martes, 19 de julio de 2011

El sueño americano

Un partido socialista




En el juego de la pelota, en esa aventura de futbolistas y de culturas que anda por la Argentina en esta Copa América 2011, flamea un sueño. Ese de un fútbol que sea para todos y no para unos pocos, el de un juego asociado y libre capaz de desafiar utopías. Venezuela, aquella Cenicienta que ahora anda con el zapato puesto. Perú, esa combinación de una vieja escuela que quiere volver a ser. Hugo y Ollanta, Chávez y Humala, fútbol de un sueño americano en semifinales de la Copa.

Desde Cuba, ahí donde el presidente de Venezuela se encuentra en pleno tratamiento en su lucha contra el cáncer, Chávez sigue minuto a minuto vía Twitter el juego del seleccionado que dirige César Farías. “Gloria al bravo pueblo. Rindamos tributo supremo a los muchachos de nuestra gloriosa Vinotinto. ¡Viva Venezuela! Viviremos y venceremos”, descarga @chavezcandanga un segundo después del triunfo 2-1 sobre Chile que pone a Venezuela en la semifinal frente a Paraguay.

La agenda también pone a Ollanta Humala en el mismo escenario para ver, desde lejos, cómo el seleccionado que dirige Sergio Markarian lo intenta ante Uruguay esta noche en La Plata. En su viaje a Cuba –para la entrevista con Raúl Castro– seguirá la definición.“¡Gracias muchachos! Nuestro pueblo les agradece esta alegría. El esfuerzo y el amor por el Perú siempre nos darán grandes satisfacciones”, envió @Ollanta_HumalaT no bien la selección venció 2-0 a Colombia en Córdoba.

El fútbol total, el de la revolución, ese que es fiel a una idea y una convicción para salir a jugar sin la idealización prematura ante los supuestos gigantes. Venezuela y Perú, el camino de la esperanza. Cuando el miembro fundador del Partido Nacionalista Peruano asuma el cargo por el que fue elegido –el 5 de junio, por más del 51% de los votos– se celebrará, también, el cumpleaños del presidente venezolano. Chávez, líder del Movimiento Bolivariano Revolucionario 200, festejará sus 56 años. Días después de lo que puede ser una final histórica, el domingo 24 en el estadio Monumental. ¿Se imagina un partido socialista en el único estadio de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que es sede de esta Copa?

Sí, se puede. Historia y presente. Venezuela y Perú. En el equipo que conduce Farías hay un marcado signo progresista en esta actualidad, luego de un renacimiento de su fútbol a partir de la llegada de José Pastoriza y el trabajo comandado por Richard Páez desde 2001, justamente dos años después de la llegada de Chávez a la presidencia. Diez años más tarde y en una proyección notable, el se juega como se vive parece tener un sentido claro cuando se observa a la Vinotinto. Igualdad sin goles frente a Brasil en su presentación en el torneo, triunfo 1 a 0 contra Ecuador y empate con retazos de gloria 3 a 3 en el último minuto ante Paraguay. A esta altura, con el objetivo de avanzar a una final histórica y también con sueños despiertos para las Eliminatorias que comienzan en octubre y en la que no participa Brasil, por ser el organizador del Mundial 2014.

Hincha de Alianza Lima, Humala (48 años) es el segundo de siete hermanos y, desde el debut del equipo en la Copa, ha sido un motivador selecto del conjunto peruano. “Un fuerte abrazo a nuestra selección de fútbol y felicitaciones por el partido ante Uruguay. Fuerza muchachos. Sí se puede”, publicó en el Twitter cuando todavía las ilusiones sólo formaban parte del imaginario. Después de ese empate 1 a 1 en el debut, llegarían la victoria 1 a 0 a México y la derrota 0-1 frente a Chile.

En fútbol, las potencias mundiales de los millones de dólares suponen a Brasil y a la Argentina como los dueños de la pelota en América. Naturalmente, desde la era de Pelé y de Maradona –sólo por nombrar a dos pedazos de historia– jugar de igual a igual ante espejos era una apuesta poco viable. Sin embargo, las ideas y los conceptos para luego acortar distancias lo hacen ingresar al campo de lo posible. Por primera vez, Venezuela entra entre los cuatro que definirán el título. Perú vuelve, como en los buenos viejos tiempos cuando fue campeón en 1939 y 1975.

En Cuba, desde la cuna, Chávez y Humala van a ver por televisión la fiesta de la Copa. La pelota y ese sueño americano que desafía utopías. Espíritu de victoria y de libertad.

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