miércoles, 27 de abril de 2011

Esa estrella era mi lujo


*Jugar, a que la vida es una utopía en el campo de lo posible con una pelota que se lleva pegada al botín. Jugar, a que tan solo una mirada con luz sea capaz del encantamiento. Jugar, a que siempre el gusto esté en el hacer y no en la especulación. Jugar, a las pequeñas cosas que nos conmuevan. Jugar, a que apoyamos la cabeza en la almohada y la imaginación nos eleva a la fantasía. Jugar, a que ese olor a esencia de niñez nunca se pierda en el camino. Jugar, a que somos grandes cuando somos chicos y luego volver para ser. Jugar, a que las convicciones no sean endebles y cambien de color según un banal resultado. Jugar, a que ganar o perder no es lo que cuenta, porque el viaje a ese estado emocional es lo que importa. Jugar, al placer y a la aventura de agregarle algo al mundo. Jugar, a que las inquietudes del corazón despierten como una prioridad irrefutable. Jugar, a que si llega a poesía sea mágico…


*Inspirado en el segundo gol de Messi, el del placer por jugar.


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